sábado, diciembre 31, 2011

Kawabata - Lo Bello y Lo Triste


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¿Crees que se refleja mejor en un cuenco de sake?preguntó a su vez Keiko, mientras se sentaba a los pies de Otoko. Sea como fuere me gustan los colores que hay esta noche en el jardín.
¿Sí?dijo Otoko y se asomó al jardín. Trae un almohadón, ¿quieres? Y apaga las luces de adentro.
Desde la galería del estudio sólo se veía el jardín interior del templo; la residencia principal interrumpía la vista. Era un jardín oblongo, no muy artístico; pero la Luna bañaba aproximadamente la mitad de su superficie, de modo que hasta las piedras lucían colores variados por efecto de las luces y sombras. Una azalea blanca parecía flotar en la oscuridad. El arce rojo que se levantaba cerca de la galería aún tenía hojas tiernas, pero la noche las oscurecía. En la primavera, la gente solía tomar por pimpollos las yemas rojobrillante de aquel árbol y preguntaban qué flor era ésa. Otra característica del jardín era la profusión de musgo pilífero.
¿Qué te parece si preparo un poco de té nuevo? –propuso Keiko.
Otoko seguía contemplando aquel jardín que le era tan familiar, como si no estuviera habituada a verlo a todas las horas del día. Permanecía sentada, con la cabeza ligeramente gacha, preocupada, con los ojos fijos en la mitad del jardín bañada por la Luna.
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miércoles, diciembre 21, 2011

Roque Dalton - Salvadoreño

Roque Dalton, poeta de El Salvador, un revolucionario, intelectual, escritor, más conocido por su poesía y sus búsquedas revolucionarias tanto en el papel como en sus montes salvadoreños. Este poema pertenece a sus últimos textos en la clandestinidad, bajo otro nombre y otro estilo, en cada uno de sus heterónimos como si fuera un lúcido Pessoa que lucha por poner un poco de razón revolucionaria



COMO TÚ



Yo, como tú,
amo el amor, la vida, el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.

Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.

Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.


Con el alias de Timoteo Lúe (Roque Dalton)
de "Historias y Poemas de una lucha de clases" 
www.oceansur.com

domingo, diciembre 04, 2011

Juan Gelman, albañil de las palabras

No siempre la realidad es la sencilla y silvestre de los campos y selvas oscuras donde nuestra alma busca su ánima para salir adelante al otro día. Vivimos en ciudades en destrucción y construcción continuas sujetos a las veleidades del Poderoso Señor Don Dineros y su Señora la Moda. Y en las tierras áridas de la poesía suelen aparecer alguna gente que vive y ve estas ciudades y su gente, Gelman es un caballero porteño y como tantos emigrados, exiliados de su ciudad. Pero siempre ha mirado.


HUELGA EN LA CONSTRUCCIÓN



Ni el vino fuerte de los mediodías
tomado al viento.
Ni la escalera, el sol, el aire.
Sobre el andamio está de pie el silencio.

Los hombres se miraron despacito
del corazón al hueso.
Se tocaron la muerte más abajo.
Decidieron.

Tal vez maría llore estos asuntos.
Llorará para adentro.
Se ha de secar la cara con la noche.
El hombre no sabrá, una pena de menos.

El hombre mirará sus manos quietas,
dirá tengo o no tengo.
Crecerá de cojones para arriba,
puro de nuevo.

Puro esta vez que hay vino en el hermano,
pedacitos de pan en los ojos de pedro.
En virtud de esta cosa
suele volverle el niño desde el pecho.

En virtud de esta cosa
el silencio de pie sobre el andamio
se sacaba el sombrero.


Juan Gelman 
en El Juego en que andamos, de la edición que viene con Página12

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